Muchas veces nos encontramos en un punto donde pensamos que todo lo que nos pasa es para mal, que tenemos mala suerte y que nada positivo sale de lo que hacemos; pero, aunque no lo parezca Dios nos pone pruebas para ver cuánto es nuestro nivel de fe para superar las adversidades.

Por ello antes de anhelar algo que no tienes aun, primero se agradecido con lo que tienes porque hay otras personas que desearían tener lo que tú tienes.

Es por ello que a continuación te mostraremos 7 cosas por la que siempre debes estar agradecido:

1. Tienes un techo que te cubre todos los días:

Nuestros hogares nos proporcionan refugio, calidez y seguridad. Las estadísticas estiman que en el mundo hay alrededor de 150 millones de personas sin hogar. Es por ello que no dudes en agradecer por el lugar donde te refugias, ese que te cobija todas las noches y el cual puedes pasar un momento ameno lejos del frío y el peligro.

2. Tienes agua y comida:

Estamos rodeados por comida todo el tiempo ¿no es cierto?, ya sea en el supermercado, en la calle, en restaurantes, cafés y hasta en nuestra misma casa. Es muy fácil olvidar que la comida y el agua son necesidades humanas básicas a las que muchas personas no tienen ningún tipo de acceso. El hecho de que tengamos abundantes alimentos y agua, así como opciones de cuándo y dónde comer, es una bendición que no deberíamos menospreciar; de igual forma no olvides ayudar a los que no tienen ningún tipo de recurso ya que te estarán siempre agradecidos.

3. Tus seres queridos:

Cada persona es puesta en nuestra vida por una razón. Piensa en las personas a quienes acudes cuando necesitas algo, las personas que te hacen sonreír y las personas que te ofrecen un amor infinito. ¿Cuán afortunado eres de tenerlas en tu vida?, a pesar de que algunas ya no están en esta tierra, permitieron que de alguna u otra manera seas la persona quién eres hoy.

4. Tus sentidos:

El mundo está lleno de cosas extraordinarias para experimentar. El simple hecho de escuchar una composición musical, disfrutar de un atardecer, olfatear los diferentes olores que nos proporciona la naturaleza y degustarse los diferentes sabores de las comidas, simplemente es una bendición maravillosa de nuestro creador.

5. Tus habilidades:

A veces nos enfocamos tanto en nuestra propia negatividad o las cosas que necesitamos cambiar que olvidamos apreciar nuestros talentos. Nuestras habilidades son regalos que nos dio Dios con el propósito de traer más luz al mundo. Seas músico, contador, o tan solo alguien que de verdad sabe escuchar, recuerda que no todos pueden tener esa habilidad que posees; es por ello que dedica tiempo a analizar cómo puedes compartir y ayudar con tus fortalezas a otras personas.

6. Tus recuerdos:

Las memorias pueden ser felices o dolorosas, pero, de cualquier manera, son recordatorios de que hemos vivido. Nos permiten atesorar a personas que hemos perdido y aprender de nuestro pasado.

7. La vida misma:

La mayor bendición de todas es que nos despertamos cada mañana con aire en los pulmones. Somos bendecidos de maneras que ni siquiera comprendemos. Cuanto más identifiquemos las bendiciones simples que vivimos cada día, más apreciación despertamos por nuestro creador. 

Así que, sin más palabras, agradece por todo, desde las cosas grandes hasta las más insignificantes; aprovecha de decirle en este momento a las personas que te rodean que las quieres y que gracias por estar en tu vida y ayudarte a ser la gran persona que eres hoy.